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FORO DE INVERSIÓN RESPONSABLE - ALIANZA DE LAS AMÉRICAS-BID

FICHA INFORMATIVA

 

ÍNDICE

  • Panorama del Foro
  • Anuncios del BID
  • BID PARA LAS AMÉRICAS
  • Cuatro sectores clave
    • Energía Limpia
    • Infraestructura
    • Dispositivos Médicos
    • Semiconductores

 

VISIÓN GENERAL DEL FORO
 

  • El "Foro de Inversión Responsable de la Alianza de las Américas-BID", que se celebrará el 2 de noviembre en Washington DC en el marco de una asociación entre el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Gobierno de Estados Unidos, tiene lugar antes de la Cumbre de Líderes de la Alianza de las Américas para la Prosperidad Económica.
     
  • El Foro contará con la participación de Jefes de Estado América Latina y el Caribe (ALC), entre ellos los de Chile, Costa Rica, Ecuador, Perú, República Dominicana, y Uruguay, la Secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, los senadores estadounidenses Michael Bennet y Bill Cassidy, y otras autoridades gubernamentales, inversores y representantes de empresas de la región.
     
  • El Foro pondrá de relieve las oportunidades estratégicas de comercio e inversión que ofrece una mayor integración económica regional. Su objetivo es fortalecer las economías de nuestra región y construir un hemisferio más competitivo e inclusivo, mediante el aumento de la resiliencia de la cadena de suministro, el fomento de la innovación en los sectores público y privado, y la lucha contra la crisis climática.
     
  • El Foro destacará las oportunidades estratégicas de comercio e inversión que ofrece una mayor integración regional, centrándose en cuatro sectores clave – infraestructura, semiconductores, energías limpias y suministros médicos –, así como las oportunidades de inversión que ofrece la próxima ampliación de capital de BID Invest.
     
  • Abierto a representantes gubernamentales y del sector privado del hemisferio, el Foro está alineado con BID PARA LAS AMÉRICAS, programa recientemente lanzado por el BID que fomenta oportunidades para comerciar e invertir en la región y participar más en oportunidades de adquisiciones financiadas por proyectos del BID. [Más detalles sobre BID PARA LAS AMÉRICAS a continuación].
     
  • El BID es la mayor fuente de financiamiento multilateral de la región, ya que financia anualmente proyectos por valor de más de US$13.000 millones que generan hasta 30.000 contratos para empresas y particulares por valor de más de US$4.000 millones anuales.

 

ANUNCIOS DEL BID
 

  • El Grupo BID anunciará en el Foro el lanzamiento de nuevas herramientas para BID PARA LAS AMÉRICAS, programa lanzado en septiembre para promover oportunidades de negocios y estrechar lazos económicos entre EE.UU. y los países de la región. Entre ellas:
  • El Centro de Licitantes de EE.UU.: Una sección dedicada dentro de ConnectAmericas del BID donde las empresas estadounidenses pueden encontrar soluciones tecnológicas a medida (como aplicaciones móviles, comunidades en línea y herramientas de autoevaluación), así como artículos, vídeos, testimonios y otros recursos para facilitar su participación en los procesos de adquisición financiados por el BID, y aumentar sus posibilidades de éxito. [ENLACE]
  • La Aplicación Construyendo las Américas: Una nueva aplicación móvil donde los desarrolladores de infraestructura pueden acceder a información sobre los procesos de adquisición financiados por el BID meses y años antes de que se publiquen, y conectarse con las empresas locales que proporcionan los bienes y servicios que se necesitan para cada proyecto. [ENLACE]
  • Comunidad de Negocios EEUU-ALC en ConnectAmericas.com: Una nueva plataforma donde las empresas de EE.UU. y ALC podrán acceder a anuncios de compra y venta, y contenidos a medida destinados a fortalecer las interacciones comerciales entre EE.UU. y la región. [ENLACE]
  • Además, como parte del trabajo del Grupo BID para facilitar el comercio y la inversión en la región, BID Invest, el brazo del sector privado del Grupo BID, está finalizando una propuesta de ampliación de capital para implementar un nuevo modelo de negocios que ampliaría significativamente su impacto en la región.
    • Lo hará movilizando una mayor escala de recursos privados para responder a las necesidades urgentes de desarrollo que enfrenta la región en áreas clave, como temas sociales, género e inclusión, y cambio climático. 
    • BID Invest es un socio líder para empresas e inversores interesados en encontrar oportunidades en América Latina y el Caribe.

 

BID PARA LAS AMÉRICAS

  • El programa BID PARA LAS AMÉRICAS, lanzado en septiembre, promueve las oportunidades económicas del trabajo del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en América Latina y el Caribe (ALC). 
  • Como parte de BID PARA LAS AMÉRICAS, el BID lanzará y ampliará una serie de iniciativas para mostrar la amplia gama de oportunidades de negocios que surgen de nuestras operaciones, incluyendo: alianzas estratégicas, roadshows, esfuerzos de promoción de políticas, y nuevas plataformas y recursos de conexión digital.
     
  • En su etapa inicial, el programa está priorizando la participación del sector privado estadounidense para mostrar las numerosas posibilidades de negocios que surgen de las operaciones del Grupo BID en tres pilares clave: adquisiciones públicas, comercio e inversión, y cofinanciación.
    • Contrataciones públicas: Ayudaremos a aumentar la participación de empresas estadounidenses en más de US$4.000 millones en contratos financiados por el BID cada año, centrándonos en incrementar el alcance y el tamaño de la contratación estadounidense en los sectores de salud, agua, energía, transporte,       agricultura e infraestructura digital.
    • Comercio e inversión: Aprovecharemos la experiencia y la red del BID para facilitar las conexiones comerciales y las asociaciones entre empresas estadounidenses y regionales.
    • Financiamiento: Movilizaremos recursos de las ventanillas pública y privada del BID para apoyar el financiamiento de proyectos en los que participen empresas estadounidenses.
  • Aunque las empresas estadounidenses ganan más del 61% de todos los contratos financiados por el BID en los que licitan – la tasa de éxito más alta de todos los países miembros no prestatarios –, es menos probable que liciten en grandes contratos. El valor medio de los contratos de empresas estadounidenses en el sector de la infraestructura es de US$282.000, mientras que para España, por ejemplo, es de US$4.700.000.
     
  • En total, EE.UU. exporta anualmente más de US$720.000 millones en bienes y servicios a América Latina y el Caribe, y se proyecta que esa cifra aumente hasta US$1,2 billones en 2030. La región es el primer o segundo cliente de bienes procedentes de 40 Estados de EE.UU., lo que da sustento a casi dos millones de puestos de trabajo en Estados Unidos.

 

CUATRO SECTORES CLAVE

  1. ENERGÍA LIMPIA
  • Los avances tecnológicos y la necesidad de hacer frente al cambio climático están impulsando cambios importantes en el suministro y consumo de energía de la región, en la infraestructura necesaria para suministrarla y en las interacciones entre los distintos agentes que intervienen. 
     
  • Si bien ALC es la región con la matriz de generación eléctrica más limpia del mundo, necesita acelerar el proceso de descarbonización para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y cumplir con el compromiso de cero emisiones netas para 2050, como parte del Acuerdo de París.
     
  • Sólo las emisiones del sector energético representan el 44% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la región.
     
  • La participación de las energías renovables en la matriz eléctrica de la región alcanzó el 59% en 2022, porcentaje superior al de cualquier otra región y más del doble del promedio mundial (29%).
     
  • Sin embargo, la participación de las energías renovables en la región sólo ha aumentado ligeramente en la última década en comparación con el crecimiento de la demanda, y el porcentaje general de generación de energía renovable no ha cambiado significativamente.
     
  • Estimaciones recientes indican que los países de ALC necesitarán invertir al menos US$50.000 millones al año en el sector energético, lo que supone US$18.000 millones /año adicionales (el promedio de 2008-2019 apenas alcanza a US$32.000 millones) durante la próxima década para ampliar y mantener la infraestructura energética necesaria para avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible. 
     
  • Al mismo tiempo, existe una necesidad urgente de movilizar mayores volúmenes de financiamiento concesional y de profundizar nuestros mercados de capitales y sistemas financieros en general, lo que en conjunto supone una oleada de inversiones transformadora.
  • Más allá del influjo inmediato de capital, las implicaciones son profundas, incluido un crecimiento económico sólido y sostenible y un aumento significativo en la creación de empleo. La transición energética también requiere un marco institucional y normativo armonizado para promover la integración energética.
  • En tanto la integración física y la gestión de los sistemas regionales pueden suscitar sensibilidades geopolíticas, como las garantías en los contratos de energía y las políticas nacionales de seguridad energética, la coordinación de estos marcos sigue siendo una tarea crucial.
     
  • Un elemento central de estas políticas es el compromiso con una transición justa que asegure que nadie se quede atrás, incluyendo más de 16 millones de personas de la región que no tienen acceso a la electricidad.
     
  • El proceso de descarbonización presenta una oportunidad de transformación económica mediante la creación de nuevos puestos de trabajo, la apertura de nuevas industrias y la menor exposición de los países de la región a los shocks de precios de las materias primas energéticas.
  • 15 países de la región, agrupados en la iniciativa de Energías Renovables en América Latina y el Caribe (RELAC), se han fijado como objetivo alcanzar una cuota del 70% de energías renovables en 2030, lo que implica un importante esfuerzo para aumentar la tasa de penetración de dichas fuentes.
     
  • El desafío de la transición energética es integrar a gran escala fuentes de energía renovables como la solar y la eólica en la matriz energética, gestionar su variabilidad e intermitencia, y garantizar la seguridad y fiabilidad del sistema en todo momento.
  • Los esfuerzos en esta dirección se deben complementar con políticas y acciones de crecimiento verde inclusivo orientadas a enfrentar los desafíos de la transformación del empleo y las capacidades, y el reposicionamiento estratégico de los países de la región en las cadenas globales de valor. Asimismo, el proceso de descarbonización también debe considerar los efectos distributivos sobre el ingreso, la salud y la calidad ambiental.
     
  • La región debe aumentar su participación en las cadenas de valor globales del sector y garantizar una red de suministro segura para tecnologías que son cruciales en la transición energética.
     
  • La transición energética, que es intensiva en el uso de minerales y metales, abre nuevas oportunidades para optimizar la contribución del sector minero y energético al desarrollo socioeconómico de la región.
     
  • Un futuro con bajas emisiones de carbono implica toneladas de nuevos minerales y metales. Por ejemplo, para 2050 se espera que la demanda mundial de litio aumente más de 950%, impulsada principalmente por una multiplicación por 13 del almacenamiento de energía basado en baterías.
     
  • ALC está estratégicamente posicionada para suministrar minerales y metales para la transición energética. Debido a la abundancia y diversidad de sus recursos minerales concentrados y de alta calidad, a su experiencia en la extracción y procesamiento de estos recursos, y a su posición relativa en la curva de costos globales, la región tiene una oportunidad única de convertirse en un centro mundial de suministro de minerales, pero también de desarrollar estrategias eficaces de desarrollo productivo e integración en las cadenas de valor globales.
  • La capacidad fiscal para apoyar políticas clave es una de las principales limitaciones a las que se enfrentan la mayoría de las economías de la APEP. Por lo tanto, serán indispensables nuevas alianzas estratégicas entre los países de la APEP que sirvan de canales para el intercambio de conocimiento, tecnología y mejores prácticas.
     
  • Los gobiernos de la región deben actuar con decisión para crear un entorno propicio a la inversión privada. Para ello es fundamental reforzar las instituciones responsables de supervisar las operaciones y la gobernanza del sector energético.
     
  1. INFRAESTRUCTURA
     
  • La infraestructura sostenible impulsa el desarrollo económico y social. Los servicios de infraestructura de energía, transporte, telecomunicaciones, agua y saneamiento, sociales (educación y salud) y digitales son esenciales para el bienestar de las personas, la competitividad de las empresas y la consecución de un crecimiento sostenible.
  • En línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los países de ALC deben invertir anualmente al menos una cantidad equivalente al 3,1% de su PIB en los sectores de energía, agua y saneamiento, transporte y telecomunicaciones (esta cifra aumentaría significativamente si se incorporaran infraestructura social y objetivos más agresivos para una transición energética justa).
     
  • La actual tasa de inversión en infraestructura de la región apenas llega a 1,8% de su PIB (promedio 2008-2019), lo que resulta en un déficit de financiamiento anual de al menos US$60.000 millones.
     
  • Esta cifra representa un aumento del 70% en la tasa media de inversión anual de la última década y subraya la magnitud del esfuerzo requerido para hacer frente a esta necesidad crítica.
     
  • Existe un enorme potencial de financiamiento por parte de los actores privados. Los inversores institucionales de la región – especialmente fondos de pensiones, fondos de inversión y compañías de seguros – manejan activos por valor de US$1,5 billones (cerca del 30% del PIB regional), pero invierten menos del 1,1% del total en activos de infraestructura.
     
  • Los costos de no invertir lo suficiente en infraestructura son considerables: tras 10 años sin inversión adicional en infraestructura, el crecimiento económico cae en promedio un 15% en relación con su potencial y también es regresivo pues los hogares más pobres tienden a perder una mayor proporción de ingresos reales que los hogares más ricos.
     
  • La escasez crónica de inversiones ha comprometido históricamente, tanto el acceso, como la calidad de los servicios de infraestructura en la región.
     
  • La infraestructura tiene un gran potencial de creación de empleo. En ALC, los servicios de infraestructura representan 50 millones de empleos (14,2% del empleo total). La inversión en infraestructura genera, en promedio, 35 empleos directos por cada millón de dólares invertidos, y hasta 48 a 99 empleos si también se tienen en cuenta los efectos indirectos.
     
  • Los servicios de infraestructura pueden contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Estos sectores son cruciales para lograr emisiones netas cero y cumplir con los compromisos asumidos bajo el Acuerdo de París.
  • Pese a los esfuerzos concertados para aumentar el acceso a estos servicios y cerrar la brecha entre las zonas urbanas y rurales, todavía queda mucho por hacer para lograr la cobertura universal. Mientras que en 2019 más del 99% de la población urbana tenía acceso a la electricidad, en zonas rurales sólo se llegaba al 93% (aunque existen también importantes diferencias entre países). Las tasas de acceso a los servicios de saneamiento son más bajas, con un promedio del 88% y el 72% en las zonas urbanas y rurales, respectivamente.
     
  • No obstante la evolución positiva de la calidad de la infraestructura en la mayoría de sus países, la región sigue sin ofrecer servicios de infraestructura de alta calidad. El índice de calidad percibida de la infraestructura de la región es inferior al de otras regiones del mundo, con la única excepción del África Subsahariana y Asia Meridional. Esto afecta, tanto a los individuos, como a las empresas. Por ejemplo, en promedio, el 59% de las empresas de ALC experimentan cortes de electricidad y el 32% identifican a esa energía como una de sus principales limitaciones.
     
  • Los servicios de infraestructura son inasequibles para muchos y, después del gasto en alimentos, constituyen el componente presupuestario más importante de la canasta de consumo de los hogares de todos los grupos de ingreso. Los hogares de la mitad inferior de la distribución de ingresos gastan más del 14% en los servicios de infraestructura. Los hogares de la región también gastan más en servicios de infraestructura que los de cualquier otra región en desarrollo.
     
  • Los servicios de infraestructura son especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático. Los fenómenos meteorológicos extremos, así como los cambios en las temperaturas globales, afectan tanto la demanda, como la oferta de servicios de infraestructura, lo que aumenta la necesidad de contar con servicios de infraestructura sostenibles y resilientes.
  • Aunque los índices de acceso a la electricidad son en promedio altos, la cantidad de personas sin acceso al servicio es alta. Por ejemplo, la población sin acceso a electricidad supera el millón y medio de personas en Colombia y México (con tasas de acceso del 97% y el 99%, respectivamente).
     
  • Los países de ALC miembros de la APEP necesitan destinar al menos el 2,7% del PIB anual al desarrollo de infraestructura para alcanzar los ODS en 2030. Esta cifra es ligeramente inferior al promedio de toda la región. En tanto, hay gran disparidad entre países; por ejemplo, Ecuador necesita una inversión del 4,9% del PIB y Uruguay necesita 1,6%.
     
  • ALC no sólo necesita invertir más en infraestructura, sino también invertir mejor. Es necesario repensar, reformar y actualizar el sector de infraestructura, así como introducir cambios urgentes en su gobernanza para aumentar su productividad y competitividad, con un enfoque renovado en la sostenibilidad social y ambiental. La región necesita una nueva arquitectura sectorial (instituciones, organismos reguladores, ministerios, comisiones, procesos e instrumentos) para garantizar que la prestación de servicios satisfaga la demanda en cantidad y calidad, al tiempo de promover esquemas eficientes de prestación de servicios a precios asequibles y equitativos.
     
  1. DISPOSITIVOS MÉDICOS 
  • La industria de dispositivos médicos, o MedTech, está compuesta por las empresas que desarrollan, fabrican y distribuyen las tecnologías, dispositivos, equipos, test de diagnóstico y sistemas de información que están transformando la atención de la salud gracias a una detección más precoz de las enfermedades, procedimientos menos invasivos y tratamientos más efectivos.
     
  • MedTech es una industria de alta tecnología y alto valor que también está muy regulada y produce una amplia gama de productos, desde simples consumibles, como vendas, hasta equipos de alta complejidad como los aparatos de resonancia magnética. Los productos de esta industria se pueden clasificar en seis grandes categorías: Consumibles, Desechables, Instrumentos Quirúrgicos y Médicos, Dispositivos Terapéuticos, Equipamiento de Capital, y Otros Dispositivos. El nivel de complejidad y valor varía de una categoría a otra, con los consumibles y desechables en el extremo inferior del espectro y el equipamiento de capital de gran volumen en el extremo superior.
     
  • La región ya desempeña un papel preponderante en el área de MedTech. EE.UU. representa el 40% de los ingresos del mercado mundial y es el principal impulsor del comercio de este sector, siendo el mayor exportador y el mayor importador. Canadá es un actor global relevante que representa el 1,8% del mercado mundial, y América Latina y el Caribe es también un actor en la cadena de valor global de MedTech, principalmente por el papel que países de la APEP, como México, Costa Rica y República Dominicana, desempeñan como proveedores relevantes en varios segmentos de productos. La región está posicionada para operar en todas las etapas de la cadena de valor de MedTech, desde la investigación y desarrollo hasta la distribución, pasando por la producción de componentes y el ensamblaje.
     
  • En la actualidad, la industria está controlada en gran medida por empresas multinacionales (EMN) con sede principalmente en regiones desarrolladas como Estados Unidos y Europa. Estas empresas suelen adoptar un modelo de integración vertical que abarca desde la investigación y el desarrollo (I+D) hasta el montaje.
     
  • Este enfoque es impulsado por la necesidad de una protección rigurosa de la propiedad intelectual y por requisitos regulatorios que hacen a la marca responsable por la calidad y el riesgo. Mientras la producción interna es la norma, particularmente en el caso de componentes críticos, hay una tendencia creciente hacia la fabricación bajo contrato, en especial de dispositivos que requieren capacidades electrónicas o que afrontan menores obstáculos regulatorios.
     
  • La reciente escasez de mano de obra y el aumento de los salarios en Estados Unidos, agravados por la pandemia, empujaron a estas empresas a reconsiderar sus estrategias de abastecimiento. Esto generó un aumento de la deslocalización, sobre todo hacia lugares geográficamente próximos y confiables como México, Costa Rica y República Dominicana, donde se han desarrollado clusters orientados a la exportación para la fabricación de productos, principalmente en los segmentos de gran volumen y menor riesgo.
  • En conjunto, estos tres países representan el mayor grupo de proveedores de productos de bajo costo en desechables e instrumental quirúrgico para el mercado estadounidense. Esta realineación estratégica apunta a equilibrar las consideraciones de costo, preservando al mismo tiempo los estrictos estándares de regulación y calidad.
     
  • La industria MedTech tiene una gran relevancia económica porque es la piedra angular de los sistemas de salud y un motor clave del crecimiento económico y la innovación. Caracterizada por sus altos niveles de investigación y desarrollo, la industria no solo crea oportunidades de empleo de alto valor, sino que también contribuye en gran medida a las exportaciones y a la inversión extranjera directa.
     
  • En 2022, el tamaño del mercado global de dispositivos médicos fue valorado en US$512.290 millones, con América del Norte como el mayor mercado regional, valorado en US$196.170 millones. Se prevé que el mercado global crezca desde US$536.120 millones en 2023 hasta US$799.670 millones en 2030, con una tasa de crecimiento compuesto anual del 5,9% durante el periodo previsto. 
     
  • Los centros de fabricación tradicionales de EE.UU. y Europa siguen representando más del 70% de las exportaciones de dispositivos médicos de todas las categorías, pero su cuota de mercado ha disminuido un 13% en la última década debido al aumento de la deslocalización. Los principales actores emergentes de las Américas (México, Costa Rica y República Dominicana) y de Asia (China, Malasia, Singapur, Corea del Sur y Vietnam) representan casi la mitad del crecimiento comercial del sector en ese periodo.
     
  • Pese a los avances en la industria de los dispositivos médicos, su elevado costo, que incluye adquisición, autorizaciones reglamentarias y gastos de mantenimiento, sigue siendo una barrera significativa. Los dispositivos avanzados, que incluyen componentes como chips, baterías y sensores, conllevan costos adicionales de reemplazo. Estos elevados costos plantean problemas de propiedad a hospitales y centros quirúrgicos. Junto con las insuficientes políticas de reembolso en los países emergentes, estos obstáculos financieros dificultan la adopción generalizada de dispositivos médicos.
  • El foco del gobierno estadounidense en las cadenas de suministro de dispositivos médicos se está intensificando, principalmente a través de un mayor escrutinio por parte de la Food and Drug Administration (FDA). Con la ampliación de la Ley CARES 2020, la FDA tiene ahora autoridad para supervisar las cadenas de suministro cruciales en este sector, lo que ha dado lugar a la puesta en marcha del Programa de Cadena de Suministro Resiliente. Al mismo tiempo, existe un impulso político para regionalizar la producción con el fin de reforzar las cadenas de suministro. Sin embargo, la mayoría de las empresas indican que las interrupciones sólo tuvieron repercusiones a corto plazo. La relocalización (reshoring) de la producción ha sido un desafío debido a la escasez de mano de obra en EE.UU., con trabajadores más jóvenes que buscan mejores condiciones y salarios. En consecuencia, el nearshoring podría convertirse en una estrategia de producción aún más prominente para la industria.
     
  • Las principales oportunidades para la región que se pueden derivar del crecimiento esperado de la industria, especialmente en lo que se refiere a las actividades de fabricación, se sitúan en torno a los países que ya participan en las cadenas de valor MedTech, aunque pueden existir nichos que se presten a la entrada de nuevos países en las cadenas. Las oportunidades para estos países se pueden agrupar en las siguientes áreas:
  • Ampliación de la actual cartera de productos en que ALC ya es un proveedor relevante para el mercado norteamericano, aprovechando las capacidades existentes en los países de la región. Esto puede abarcar desde productos consumibles y desechables de baja complejidad y gran volumen, hasta productos de complejidad media y alta en instrumentos quirúrgicos y médicos, y dispositivos terapéuticos.  
  • Desarrollo de proveedores locales y regionales que se puedan integrar en las cadenas de suministro, principalmente en áreas con menores requisitos técnicos y regulatorios, como materiales de envasado secundario, etiquetas, fundas y rollos de plástico para envasado primario, y en nichos de interés en los que puedan desarrollar capacidades locales, como moldeo de plásticos, metalistería de precisión, y servicios técnicos y de ingeniería.
  • Escalar hacia productos y procesos de mayor valor agregado en las cadenas existentes, lo que implica ampliar las capacidades de los países para gestionar mayores niveles de requisitos y complejidad regulatoria y técnica.
     
  • Se deben poner en marcha numerosas políticas y programas para superar las limitaciones y aprovechar eficazmente las oportunidades que se presentan. Las políticas de desarrollo del capital humano en competencias específicas de la industria para aumentar la disponibilidad de mano de obra calificada revisten una importancia fundamental y deberían ser prioritarias.
  • Otro elemento crítico para impulsar la competitividad de la región será la localización del suministro ascendente (upstream). En la actualidad, la mayoría de los insumos y servicios iniciales se deben obtener en Estados Unidos o Asia; el desarrollo de una base de suministro local y regional puede reducir costos y mejorar la competitividad frente a otros lugares alternativos de producción.
     
  1. SEMICONDUCTORES 
     
  • La intrincada red mundial de suministro de semiconductores ha evolucionado en las últimas tres décadas: existen más de 30 tipos de categorías de productos semiconductores, con diferentes tamaños y niveles de complejidad; la fabricación de semiconductores suele requerir hasta 300 insumos diferentes, así como más de 50 tipos de equipos y herramientas de precisión de alta ingeniería suministrados por empresas altamente especializadas que también están ubicadas en diferentes partes del mundo.
     
  • El posicionamiento competitivo de los países de ALC, en general, y de los países de la APEP, en particular, es relativamente limitado en la industria global de semiconductores. Pero dada la posible reorganización de la industria a nivel mundial, existe la posibilidad de que algunos de los países de la APEP capten cuota de mercado a medida que las empresas de EE.UU. y de otros países busquen diversificar y/o relocalizar algunas de sus operaciones, especialmente con el fin de complementar las nuevas inversiones que se están desarrollando en EE.UU.
     
  • En 2021, las ventas globales de semiconductores por US$555.900 millones representaron un crecimiento récord del 26,2% sobre las ventas de 2020 que fueron por US$440.000 millones. De cara al futuro, a menudo se prevén fuertes tasas de crecimiento de la demanda de entre el 4% y el 14%.
     
  • La ubicuidad de los semiconductores se refleja en sus múltiples usos. Por ejemplo, el 32% de la demanda mundial se destina a PC/computadoras, el 31% a comunicaciones, el 12% al sector automotor, el 12% a productos de consumo, el 12% a usos industriales y el 1% al gobierno.

 

  • Dado que los semiconductores son productos muy complejos de diseñar y fabricar, se requieren grandes inversiones en I+D y capital. A escala global, la inversión en I+D representa para los fabricantes de dispositivos electrónicos el 22% de las ventas anuales de semiconductores, mientras que los gastos de capital representan el 26%.
     
  • La escala más básica para una planta de fabricación de semiconductores con capacidad para producir 50.000 obleas al mes funcionando 24 horas al día, 7 días a la semana, requeriría una inversión mínima de US$15.000 millones, la mayor parte en la compra de equipos especializados.
     
  • A escala mundial, existen riesgos de producción derivados de puntos únicos de fallo debidos a sucesos como catástrofes naturales, paradas de infraestructura, averías de maquinaria, contaminación o huelgas, entre otros. Esos riesgos se agravan cuando la industria se concentra en unas pocas ubicaciones geográficas.
     
  • Las tensiones geopolíticas, los conflictos internacionales o las guerras pueden dar lugar a controles de las exportaciones que dificulten el acceso a proveedores críticos de tecnología, herramientas y productos esenciales que se concentran en determinados países. Estos controles también podrían restringir el acceso a una demanda externa significativa, lo que podría resultar en una pérdida de economías de escala y reducir o eliminar la rentabilidad de la inversión.
     
  • Para examinar las oportunidades potenciales de los países de la APEP, conviene analizar las distintas etapas de la cadena de suministro y los principales factores que definen la competitividad en cada una de estas fases:

     

  • Fase de "diseño": Según Deloitte, se avecina una escasez de talentos. El sector cuenta actualmente con más de dos millones de empleados directos en todo el mundo, pero para 2030 se necesitarán más de un millón de trabajadores calificados adicionales, lo que equivale a más de 100.000 al año. Los países de la APEP podrían cubrir parte de esta posible escasez de talento, sobre todo en ciudades con una gran reserva de graduados en áreas de ingeniería y carreras relacionadas con la electrónica. Estas ciudades de los países de la APEP se podrían enfocar en atraer inversiones en forma de centros de diseño y desarrollo de tecnologías de diferentes niveles de complejidad.
     
  • Fase de "fabricación":  Las barreras de entrada son muy elevadas. Además, EE.UU. tiene un interés estratégico en que esta etapa se desarrolle en su territorio. Por lo tanto, más que competir con EE.UU. en esta etapa, la estrategia más lógica para los países de la APEP sería complementar las nuevas inversiones que se están desarrollando en ese país, en particular mediante el apoyo en otras etapas de la cadena de suministro.
     
  • Fase de "montaje, embalaje y pruebas": Aunque los niveles de inversión y los incentivos potenciales para esta etapa también son considerables, también son mucho menores que en la manufactura. Experiencias previas en países de la APEP (en el caso de México con la presencia de Skyworks y anteriormente Kyocera, y en Costa Rica con Intel) muestran que la brecha de competitividad para esta etapa no es insalvable para algunos de esos países.
  • Además, la fabricación de chips requiere un gran número de insumos y equipos intermedios, desde materias primas hasta productos químicos, herramientas y accesorios. Incluso en esta fase, las capacidades técnicas suelen ser muy elevadas y los proveedores usualmente son empresas muy especializadas con una trayectoria consolidada. En consecuencia, una estrategia lógica es la promoción y atracción de proyectos de IED de estos proveedores especializados para establecer plantas subsidiarias en la región APEP con la motivación de establecerse relativamente cerca de las nuevas operaciones de fabricación que se están desarrollando en Estados Unidos.
     
  • Dada la magnitud de las inversiones y la complejidad de las operaciones, las decisiones de localización de proyectos en esta industria se toman normalmente con un horizonte de largo plazo. La competitividad de los costos, un clima favorable a la inversión empresaria, y mejoras en infraestructura de abastecimiento de agua, electricidad, transporte y logística también son algunos de los factores que tienden a influir en el atractivo de la región para las inversiones en esta industria.
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