El Banco Interamericano de Desarrollo anunció hoy la aprobación de un préstamo de 100 millones de dólares para apoyar un conjunto de reformas de El Salvador para aumentar la competitividad de las empresas salvadoreñas.
Los recursos del BID apoyarán los esfuerzos del gobierno salvadoreño por fortalecer su estabilidad fiscal y realizar reformas que estimulen el aumento de las tasas de crecimiento económico. Las medidas apuntan a:
- mejorar la eficiencia y la calidad de los servicios y los marcos reguladores para el transporte marítimo y aéreo,
- aumentar la calidad y ampliar la cobertura de los servicios de formación profesional y capacitación laboral ofrecidos tanto por el sector público como el privado,
- facilitar tanto el desarrollo y la adaptación de tecnologías como la innovación y
- crear marcos legales contra las acciones abusivas y anticompetitivas en los mercados de bienes y servicios.
Se espera que estas medidas eliminen cuellos de botella que afectan a la producción, los costos de recursos, el acceso a mercados, la productividad de los factores económicos y las disparidades en la participación en los mercados internos y externos. Asimismo, se espera que la diversificación de las exportaciones permitirá reducir posibles desequilibrios internos y externos y la vulnerabilidad de la economía salvadoreña a los shocks externos.
Esta operación refleja la estrategia compartida por el BID y El Salvador de propiciar la estabilidad, el crecimiento económico y la competitividad. Al aprobarse esta operación el Presidente del Banco, Enrique V. Iglesias destacó su importancia en el marco del proceso de integración de los países centroamericanos con Estados Unidos.
Durante la última década el BID ha apoyado proyectos para mejorar la infraestructura de transportes y los servicios eléctricos, fortalecer el sector financiero y modernizar el sector público en El Salvador. Asimismo ha financiado proyectos para aumentar la productividad y ampliar el acceso al crédito para las micro, pequeñas y medianas empresas salvadoreñas.
El préstamo fue otorgado a un plazo de 25 años, con cinco años de gracia, y a una tasa de interés variable. Parte de los intereses serán cubiertos con recursos del Fondo de Financiamiento Intermedio del BID. El primer desembolso de 40 millones de dólares será seguido por tres desembolsos de 20 millones de dólares cada uno.