El Banco Interamericano de Desarrollo informó hoy que celebró una primera reunión con representantes de organismos financieros y cooperantes multilaterales y entidades donantes bilaterales para analizar el apoyo al Plan Puebla-Panamá (PPP), una iniciativa lanzada por México y los países de América Central para alentar la integración y el desarrollo sostenible en la región mesoamericana.
Al encuentro, realizado esta semana en la sede del BID, asistieron delegados de las siguientes instituciones: Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Corporación Financiera Internacional, Banco Centroamericano de Integración Económica, Corporación Andina de Fomento, Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos y el Banco Japonés para la Cooperación Internacional.
"El Plan Puebla-Panamá puede ser una fuerza catalítica para lograr que muchos proyectos largamente anhelados por la región mesoamericana se vuelvan realidad", afirmó el presidente del BID, Enrique V. Iglesias.
"Este es un plan integral que involucrará tanto a los sectores públicos como a los sectores privados y las sociedades civiles de los ocho países participantes", agregó. "La comunidad internacional no sólo tendrá oportunidad de aportar recursos financieros sino sus conocimientos técnicos y su experiencia acumulada en ámbitos tan variados como la participación ciudadana o la prevención de desastres naturales."
En este primer contacto, el BID propuso a las organizaciones internacionales y bilaterales celebrar una serie de reuniones para analizar los detalles y las perspectivas de financiamiento para los proyectos del PPP. Su meta es presentar un informe detallado en un plazo de tres meses.
El BID fue designado el 15 de junio por los líderes de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Panamá como coordinador de una Comisión de Promoción y Financiamiento para el PPP. Esa comisión, integrada por los ministros de hacienda de los países participantes y los secretarios de hacienda de nueve estados mexicanos, identificará fuentes de financiamiento públicas, privadas y multilaterales para los proyectos del plan.
Por otra parte, a fin de coordinar el trabajo de sus departamentos en torno al PPP, el BID creará una unidad especial para apoyar desde el diseño de proyectos específicos hasta la facilitación del diálogo con los grupos de la sociedad civil que participarán en las distintas iniciativas. Además, el Banco planea participar en giras de promoción de los proyectos del plan mesoamericano en América del Norte, Europa y Asia.
El PPP y las ocho iniciativas mesoamericanas
El Plan Puebla-Panamá representa un esfuerzo por acelerar la integración y el desarrollo en una región de casi un millón de kilómetros cuadrados y 64 millones de habitantes. Además de los siete países centroamericanos, involucra a los estados mexicanos de Campeche, Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
La región mesoamericana, que se caracteriza por su riqueza y diversidad cultural y biológica, cuenta con un vasto potencial de progreso compartido. Sin embargo, sus indicadores de desarrollo están por debajo de los del resto de América Latina. En ese sentido, el PPP apunta a superar su vulnerabilidad ante las amenazas naturales y un histórico déficit de infraestructura que le ha impedido a la región explotar sus ventajas de proximidad a grandes mercados.
El plan mesoamericano comprende ocho iniciativas o grandes áreas definidas por los propios países participantes: el desarrollo sostenible, el desarrollo humano, la prevención de desastres naturales, la facilitación comercial, la integración vial, la interconexión eléctrica, el desarrollo de las telecomunicaciones y el desarrollo del turismo ecológico y cultural.
Bajo cada una de esas iniciativas se emprenderán proyectos de carácter regional, con el requisito de que deberán preservar el medio ambiente y reflejar la voluntad de las comunidades locales. Por ello, un componente fundamental del PPP será su programa de consulta y divulgación para facilitar la participación de la sociedad civil.
Los proyectos del plan
Hasta ahora el Plan Puebla-Panamá contiene 17 propuestas específicas, muchas de las cuales surgieron de estudios respaldados por el BID para identificar proyectos que impulsarían el desarrollo y la integración entre los países de América Central y entre los estados del sur y el sureste de México.
En materia de desarrollo sostenible y desarrollo humano, varios proyectos ponen énfasis en grupos históricamente relegados como los campesinos, los indígenas y las comunidades afrocaribeñas. Las propuestas propiciarían su participación en proyectos de gestión ambiental y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, así como en la promoción de sus propias instituciones locales.
Por otra parte, se prevén proyectos para fortalecer los marcos legales y reguladores de la región sobre gestión ambiental, para mejorar las bases estadísticas sobre migraciones y para crear una red regional de capacitadores laborales.
En el área de la prevención de desastres naturales, un proyecto apuntará a mejorar la calidad de la información meteorológica e hidrológica en la región, así como el desarrollo de un mercado de seguros contra catástrofes. Además, se respaldará campañas de promoción de medidas para reducir la vulnerabilidad ante amenazas naturales como los huracanes, las inundaciones y los terremotos.
La iniciativa relacionada con el comercio alentará la eliminación de barreras no arancelarias y otras distorsiones que inhiben los negocios en la región, que exhibe un bajo nivel de intercambio entre sus mismos países. Una parte importante de esta iniciativa estará concentrada en la modernización de las aduanas para simplificar y armonizar sus trámites. Asimismo, se fomentará la cooperación entre pequeñas y medianas empresas exportadoras.
La integración vial buscará reducir los costos del transporte en la región, que son notablemente más altos que en otras partes del mundo. La propuesta se basa en conectar y rehabilitar las rutas que componen el Corredor Pacífico y el Corredor Atlántico, a fin de mejorar las carreteras tanto entre los países centroamericanos como entre los estados sureños y el resto de México.
La interconexión energética apuntará a unificar los mercados eléctricos de la región a fin de promover las inversiones en este sector y reducir el precio de la electricidad. La integración de servicios de telecomunicaciones alentará el desarrollo de una red de fibra óptica para mejorar la infraestructura informática de la región.
Estas tres últimas iniciativas se basarían mayormente en fuentes de financiamiento privado, a fin de liberar recursos públicos para proyectos sociales de gran impacto, como la salud, la educación y la vivienda.
Finalmente, otra iniciativa apuntará a potenciar las modalidades del turismo ecológico y cultural en toda la región.
Estas propuestas iniciales del PPP podrán ser seguidas de otros proyectos que emanen de los procesos de diálogo y consulta que realicen los países participantes.