El Banco Interamericano de Desarrollo anunció hoy la aprobación de préstamos a Bolivia en condiciones concesionales por 101 millones de dólares para apoyar la sostenibilidad fiscal y una segunda etapa de la reforma educativa.
Los financiamientos aprobados hoy por el Directorio Ejecutivo del BID consisten en un préstamo de 63 millones de dólares de rápido desembolso destinado a apoyar la sostenibilidad de la política fiscal, otros 2,5 millones de dólares en cooperación técnica, y un préstamo de 36 millones de dólares para ayudar a consolidar el proceso de reforma educativa en los ocho grados de escolaridad básica obligatoria.
Los préstamos, provenientes del Fondo para Operaciones Especiales del BID, se otorgan a un plazo de 40 años, a una tasa de interés del 1 por ciento anual durante el período de gracia de diez años y de 2 por ciento con posterioridad.
Los fondos de contrapartida local totalizarán 2.200.000 dólares para el programa de sostenibilidad fiscal y 5.200.000 millones para el de reforma educativa.
Sostenibilidad fiscal
Este financiamiento incluye un préstamo de 63 millones de dólares de rápido desembolso destinado a un programa de apoyo a la sostenibilidad fiscal y prevé además un préstamo de cooperación técnica de 2 millones de dólares y una donación de 500.000 dólares para la implantación de las nuevas medidas.
Los recursos contemplan acciones en las siguientes áreas: administración tributaria, política de pensiones, reducción del gasto en pensiones a través de la gestión y reforma institucional del sistema público de reparto. Las medidas buscarán contener el gasto del sistema público de reparto, fortalecer la administración de pensiones y profundizar las reformas para mejorar la administración tributaria.
Reforma educativa
El préstamo de 36 millones de dólares apoyará la consolidación del proceso de reforma educativa en los ocho grados de escolaridad básica obligatoria y la profundización de las transformaciones institucionales iniciadas en el sistema educativo en 1994.
El programa ayudará a fortalecer la gestión del sistema educativo, tanto central como descentralizadamente, particularmente en municipios y escuelas; consolidar la implantación de la reforma curricular en los ocho grados de enseñanza obligatoria; y mejorar la calidad de la formación inicial de los maestros.
Esta operación da continuidad al Programa de Reforma Educativa, una política de estado de 15 años que ha transcendido la gestión de varios gobiernos. El proyecto financiado por el BID fue diseñado en el marco de la estrategia del Banco para Bolivia focalizada en la lucha contra la pobreza. La primera fase del programa fue parcialmente financiada por un préstamo del BID de 80 millones de dólares.